Collection: Ogwa
Nació en el año 1937 en la localidad de Puerto Caballo, situada al norte de Bahía Negra, en el corazón del Chaco Paraguayo. Este entorno natural, caracterizado por sus vastas llanuras y su biodiversidad única, fue el hogar que lo vio crecer dentro del Grupo Ebytoso, una de las ramas de la Etnia Ishir-Chamacoco. Perteneciente al clan Posháraha, desde temprana edad estuvo profundamente vinculado a las tradiciones y costumbres de su comunidad. Su nombre indígena es Ógwa, y como miembro de su etnia, fue iniciado en los rituales y prácticas de la cultura chamacoco cuando apenas tenía 12 años. Esta iniciación fue un momento crucial en su vida, marcando su integración plena dentro de la cultura ancestral de su pueblo.
A lo largo de su vida, Ógwa fue desarrollando un talento natural para las artes visuales, aunque no fue hasta 1989 cuando comenzó formalmente a plasmar escenas de la cultura chamacoco a través del dibujo. Su interés por representar visualmente las tradiciones y costumbres de su pueblo lo llevó a colaborar con antropólogos tanto nacionales como internacionales, quienes encontraron en sus ilustraciones un valioso apoyo para el estudio y la difusión de la cultura Ishir-Chamacoco. Estas obras reflejan la profundidad de su conocimiento y respeto por su herencia cultural, capturando con precisión los detalles de la vida cotidiana, las ceremonias y los paisajes que forman parte de la identidad de su comunidad.
En abril de 1994, Ógwa tuvo la oportunidad de colaborar en un proyecto literario de gran relevancia. Realizó las ilustraciones del libro "Desde el encendido corazón del monte", escrito por el reconocido poeta René Ferrer. Este libro es una obra que conecta la poesía con la riqueza natural y cultural del Chaco, y las ilustraciones de Ógwa complementaron de manera ideal los versos de Ferrer, aportando una visión visual auténtica y poderosa sobre el entorno y la vida del monte chaqueño.
Más tarde, en septiembre de ese mismo año, sus obras fueron expuestas en los locales de la Organización de Información y Promoción de los Pueblos Indígenas de Paraguay (OIPIC), con el auspicio de la UNICEF. Este fue un paso importante para la difusión de su arte, pues la exposición atrajo la atención no solo de la comunidad artística, sino también de organizaciones dedicadas a la protección y promoción de los derechos indígenas. En noviembre de 1994, sus diseños fueron seleccionados para ser utilizados en las tarjetas navideñas de la OIPIC, un reconocimiento a su capacidad artística y a su compromiso con la representación de su cultura.
Ese mismo año, en octubre, realizó una muestra en la prestigiosa Galería de Arte Yatay, consolidando su presencia en el circuito artístico de Paraguay. Su estilo único, que combina la tradición chamacoco con una sensibilidad moderna, fue ampliamente valorado por críticos y público en general. Su consagración llegó en diciembre, cuando recibió el premio "Genaro Pindú", un galardón otorgado en el marco del Bosque de los Artistas, bajo la organización del escultor y promotor cultural Hernán Guggiari. Este premio no solo reconocía su habilidad técnica, sino también su capacidad para transmitir, a través del arte, la esencia de la cultura chamacoco.
En 1996, la Subsecretaría del Estado de Cultura de Paraguay organizó una exposición especial en el Museo de Bellas Artes de Asunción, donde se presentaron varios de sus diseños coloreados. Esta muestra fue un hito en su carrera, permitiéndole llegar a un público aún más amplio y poniendo en valor su contribución a la preservación y difusión de la cultura Ishir-Chamacoco a través del arte.